El feminismo equivocado
- Mariano de Pablo
- 25 jul 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 feb 2022
Estamos en los inicios de un nuevo siglo y todo parece indicar que para nosotros, será el siglo de la post-industrialización; aquella "tercera ola" de la que hablaba Alvin Toffler en su conocido libro publicado en 1980.
A través de los siglos, las instituciones gobernantes en cada momento, junto con la Iglesia Católica que ha sabido ser perenne, se ha valido de concederle al hombre la preeminencia sobre la mujer a fin de sustentarse en el poder; unos y otros.
Y el hombre acabó siendo más víctima que verdugo de un machismo que al tiempo de darle una posición superior, le quitaba aun más todavía; obligándole a tomar un rol que a ninguno de los dos sexos le corresponde por naturaleza, ya que la naturaleza no asigna roles a ninguno de los dos sexos.
Un machismo que nace de las Instituciones y no del calor de la chimenea en un hogar.
Siendo que el comunismo teórico entendía que el capitalismo descansaba sobre la institución de la familia y que por lo tanto, el Estado no debía inmiscuirse en ella, en una ocasión, sobre la controversia entre hombres y mujeres, le preguntaron a Friedrich Engels qué opinaba de ello. Y este contestó: "el hombre y la mujer son las clases sociales mas antiguas que yo conozco".
Clases sociales distintas que se necesitan. Y cada una de ambas con sus valores que le son innerentes por razón de su sexo, pero no roles, eso si que hay que reconocerlo. Valores que se mostrarán como defectos o virtudes según se tercie.
Pero, a la hora de la verdad, cuan cierto es aquel refrán muy antigüo que dice"Un hombre y una mujer, unidos son invencibles". Aplíqueselo el lector a su vida diaria, hombre ó mujer, como guste. Allá cada cual dentro de su casa.
Y fuera de la casa de cada cual ¿qué decir?. Podría extenderme en este escrito y hacer un análisis extenso de lo que observo, pero, de momento, me detengo aquí y dejo que el lector se conteste a estas preguntas:
El feminismo actual pide igualdad con el hombre, pero, ¿seguro que este feminismo que pide la igualdad en lo que ya es igual y una ventaja ó una deferencia paternalista en aquello que le conviene, es eso lo que le interesa a esta mujer libre del siglo XXI?.
¿Seguro que es esa "igualdad" lo que a esa mujer le interesa conseguir?. Por otra parte, confundir igualdad con justicia, a veces, es un grave error que puede llevar a la ruina porque siempre habrá quien se aproveche de ello y de ellas.
Cada uno de los sexos maltrata a su manera y por ello, tambien hay mujeres maltratadoras.
Ciertas actitudes y acciones de mujeres, que se pasan por alto en protestas y reivindicaciones, son calificadas de maltrato cuando estas provienen de un hombre y no asì cuando es a la inversa. ¿Es esta igualdad-desigual del feminismo que nos afecta la que le interesa a la mujer y/o a la sociedad en general.?
Este feminismo mal entendido que nos invade esta haciéndole a la mujer el mismo daño que el machismo le hizo al hombre. Esa mujer feminista es tan dañina para ambos sexos como el hombre machista.
Ya lo decía Platón: la monarquía degenera en tiranía. En tiranía degeneró la preeminencia dada por las leyes al hombre y camino de eso, a pasos agigantados, va este feminismo. De la tiranía del hombre pasamos a la tiranía de la mujer, ¿solo sabemos hacer eso?, ¿tan influenciables somos?, ¿tan manipulables somos y estamos?.
La mujer, tan torpemente como el hombre asintió al machismo, asiente y aplaude a este feminismo envenenado. Sufrimos el machismo y ahora, también, el feminismo. y que conste, tambien lo sufren ambos sexos.
Creo que queda claro que estoy hablando del feminismo que me rodea, o sea, del feminismo en España. En otros países, si nos fijamos en nuestros vecinos europeos, el feminismo es integración; y no confrontación y revancha.
Apelar a la lucha entre "las dos clases sociales mas antiguas" para conseguir adherentes y votos deberia de ser cosa del pasado. No solo cosa del pasado como instrumento de control de las personas, sino, por la mayor formación de esas mismas personas, que le permite distinguir entre lo tiranizante y lo que ayuda al progreso de uno mismo y de la sociedad.
Reivindico una relación entre sexos como una colaboración y no como una confrontación que solo le interesa a la clase política. El refran antes mencionado no se escucha en mítines ni en protestas o reivindicaciones feministas o machistas de ningun tipo. Tampoco cuando dos personas emprenden una vida y un proyecto mútuo. Eso nos da una medida de la magnitud del desvío y del problema.
¿Entiende el lector que estoy escribiendo a favor de la mujer?
Esto es solo una opinión.
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